La sesión empieza después del combate con las bolas eléctricas. Sthlyfaugh acaba de sentir el chispazo. Deciden esperar hasta que Sthlyfaugh suba de nivel antes de llegar al Espolón, pero avanzan la mitad del día o poco más. Después, los demás reposan mientras Belarak va a echar un ojo convertido en águila.
El Espolón es una arista o pared ancha de piedra, perpendicular al Llano. El druida descubre después de poco tiempo un fuerte emportado en él. La arquitectura no es de tipo djinn (formas redondeadas y picudas), sino sólida y con ángulos rectos, aparentemente construida para humanoides grandes (large).
Observando con cuidado las entradas, se sorprende al ver salir por una de ellas a una avispa tamaño caballo. Para entonces ya puede ver el otro lado del edificio, el que apunta hacia el extremo del Espolón, y constata que se encuentra recubierto por celdas de cera con forma hexagonal…
En eso está cuando, por el rabillo del ojo, observa algo que se acerca a lo lejos. Es un águila con plumaje plateado que vuela muy rápido. Ya las había visto: las famosas águilas plateadas, que les mencionaran al llegar. También había observado que todas las aves se alejan de ellas. Entonces decide descender en círculos, hasta llegar a unos 10 m sobre el suelo paralelo al Llano.
Mientras tanto, Alexandir, Belarak y Sthlyfaugh están reposando. De repente, son atacados por cuatro avispas gigantes. Aunque alcanzan a picarlos varias veces, hiriendo gravemente a Alexandir, y logran envenenar a Boram y al mago, afectando su destreza, dan cuenta de ellas sin mucho problema.
El águila plateada alcanza a Belarak y lo fuerza contra el suelo, donde lo interroga telepáticamente. Le prohíbe la caza deportiva, así como dañar unicornios, pegasos y ciervos arcoiris. Cuando el druida le cuenta su empresa, comentando que lo que busca probablemente esté dentro del panal, el águila no parece especialmente emocionada ni favorable, pero tampoco hostil. Le recuerda que las avispas desempeñan un papel en el lugar, y que no debe exterminarlas. Después se retira, y el hobbit logra distinguir otras dos a lo lejos, entre las nubes.
Aunque cansado, Belarak decide recorrer todo el espolón. No encuentra otra construcción artificial. Al vislumbrar a las águilas cerca del extremo, opta por abordarlas. Hablan un poco más, y el druida se hace una idea más clara de lo que puede y no hacer. También reitera que le gustaría ayudar, y entonces el águila le pide que reporte cazadores, si los ve.
Cuando finalemnte regresa a reunirse con el grupo, los encuentra terminando de extraer los aguijones de las avispas. Reconoce que las patas son comestibles, así que las asan. Están cansados y duermen.
El día siguiente el rogue plasma su nuevo nivel. Alexandir transcribe spells con éxito rotundo. Boram los cuida. Belarak se dirige caminando al espolón y, ya en las cercanías, se convierte en elemental de tierra. Se acerca al panal, pero no puede entrar porque no es capaz de atravesar la cera. Observa que el panal tiene tres entradas (las otras aperturas del edificio original están cubiertas por cera). Se aleja un poco, se vuelve águila, regresa al campamento.
Después de cenar lo último que quedaba de las patitas asadas, Alexandir anuncia que se han acabado los tiempos de dormir en el suelo como cualquier pordiosero, y que comienza la época de la suite tres estrellas con protección adicional (la suite cinco estrellas aún está fuera de sus posibilidades). Toma una cuerda, le aplica ciertos encantamientos usando una de sus varitas, y ésta se erige perpendicular al suelo del Llano. Se sube y dice que lo sigan. Es asombrosamente fácil ascender por la cuerda. Cuando ésta termina, hay un cuarto pequeño, con una ventana por donde llega la cuerda. El humano explica que el compartimiento no puede ser visto desde afuera, pero la cuerda sí, así que es prudente hacer guardias.
Descansan como reyes, y discuten planes para entrar al panal. Sacar a las avispas usando fuego y/o humo, combinados con conjuraciones y/o ilusiones, parecen ser las mejores opciones. Descansados y preparados, emprenden el camino hacia el Espolón. Belarak los guía convertido en águila hasta el borde del pastizal, y después regresa a forma humanoide.
Avanzan por terreno pedregoso. De repente escuchan sonido de artrópodo grande aproximándose (ya les han tocado varios, al menos a sus alter egos). De pequeñas ranuras en la roca emergen unos insectos enormes con mandíbulas filosas como espadas. No queda claro cómo pueden caber esos animales en tan estrechas grietas, pero el hecho es que ya están atacando.
Sin embargo, venían listos para enfrentar insectos gigantes. En particular, Belarak tenía preparados un par de repel vermin. Eso, además de la mala suerte de los bichos, permitió que los despacharan con relativa facilidad, aunque Sthlyfaugh casi muere por un corte profundo abajo de las costillas.
Terminando el combate, Boram siente el chispazo. ¡Sube de nivel! Tiene que aplicar su ritual.
Fin de la sesión, en 49 Lluvia 13306.
2000 xp por cabeza (Sthlyfaugh y Boram tienen bono de puntualidad).