La sesión empieza con Alexandir, Belarak, Boram y Wendy invisibles, frente a la casa de Boróngoron. En ese momento se escuchan pasos apresurados procedentes del este (del mapa) y se ven luces. Son ocho guardias, que tocan en casa del gnomo. Les abren, hablan (Wendy no alcanza a entender lo que dicen, por el aguacero que está cayendo), salen todos y cierran la puerta; se retiran rápidamente. Con la luz de los guardias, el grupo alcanza a ver un cartel pirograbado en madera, que Wendy traduce: 10,000 gp por capturar o matar a la “Banda de los Hobbits Asesinos”, 1000 gp por información relevante. Wendy les dice que esos carteles están por toda la ciudad.
Deciden ir a esconderse en uno de los lugares que Belarak descubriera unos días antes, mientras exploraba la ciudad convertido en águila. Es una grieta bajo uno de los muchos puentes que hay. Es angosta y corta, incómoda, por lo cual es poco probable que sea visitada con frecuencia.
Descansan ahí. Al día siguiente permanecen escondidos. Alexandir y Belarak aplican exitosamente su ritual de ascenso. Duermen nuevamente. Sin embargo, Wendy insiste en que no es prudente permanecer mucho tiempo en el mismo lugar.
Entonces deciden ir a casa del gnomo, suponiendo que esté vacía. Temprano en la mañana, Wendy se adelanta y explora. No hay nadie. Abre la puerta y explora el salón, enfocándose en un mueble con algunos adornos de poco valor y unos cajones, donde encuentra un juego de cubiertos de plata.
Belarak llega transformado en perro y olfatea la zona. Encuentra el olor de tres gnomos, que parecen haber vivido ahí, y de muchísimos humanos que estuvieron recientemente; no parece haber nadie más que Wendy en ese momento. Alexandir se disfraza mágicamente de señora gorda y vieja, ayudándose con un Boram atado en la barriga, y recorre el trayecto sin problemas.
Durante el día, Belarak se convierte en gato y va a casa de Atemol, siguiendo las indicaciones de Wendy. Todo está cerrado; hay dos guardias afuera: uno parado frente a la puerta principal, otro rodeando lentamente la casa. Encuentra un hueco en uno de los oscuros de madera. Entra. En el salón hay algunos objetos; en particular, el espejo por el que llegaran persiguiendo al gnomo. Se pasea y revisa el cuarto de Atemol, donde encuentra un cofre pequeño aparentemente bien resguardado. Regresa y relata sus descubrimientos.
Mientras tanto, Alexandir copia spells a su spellbook tan rápido como puede. Wendy explora y toma lo que encuentra de valor, discretamente. Boram mete el cadáver de Boróngoron, que ya empieza a apestar seriamente, en un baúl donde había comida, y aplica los ritos mortuorios correspondientes. También propone “entregarse” y “limpiar su nombre”. Le explican que mucha gente lo vio matar a un guardia a flechazos…
En la tarde, mientras Alexandir sigue con sus hechizos y Boram con sus dilemas de conciencia, Belarak y Wendy exploran la casa nuevamente. Encuentran el baño, que Belarak “estrena”, así como la puerta secreta que conduce al pasillo por donde llegaran. Sin embargo, no logran acceder al laboratorio del maguillo. No buscan muchas puertas secretas, Alexandir no tenía preparado el hechizo correspondiente… ni hablar.
Al día siguiente deciden irse, antes del amanecer. No es prudente permanecer mucho tiempo en el mismo lugar. Aún así, una búsqueda rápida con detect secret doors podría haber resultado redituable… Pero se habría hecho de día, lo cual aumenta mucho el riesgo de ser descubiertos en la calle. El grupo decide priorizar la prudencia sobre la ambición.
Llegan sin problemas a casa de Atemol. Belarak ya sabe por dónde deben entrar. Moldea la piedra mágicamente, dejando un hueco por donde pueden pasar. Aunque hace algo de ruido, el aguacero constante ayuda a apagarlo. Aún así, son detectados. Escuchan el cuerno de la guardia, cuyo sonido ya conocen bien. Entran rápidamente, Alexandir castea el scroll que les permite atravesar el espejo, entran.
Están en el mismo túnel con forma de diamante por donde entraran unos diez días antes. En esta ocasión, no aparece ningún “doble” asesino. Se dirigen a la otra ventana. Se ve el cuarto por donde entraran hace diez días, vacío. Hay restos de una explosión, y casi todo lo que había en la mesa está destruido. Entran prudentemente. En la cama del gnomo está acostado un semielfo, que se despierta sobresaltado al oírlos. ¡Es Sthlyfaugh! Un poco tatemado pero sano, y feliz de verlos.
Fin de la sesión, en 30 Lluvia 13306.
Alexandir, Belarak, Boram y Wendy: 1000 xp por cabeza, por las buenas decisiones y la exitosa huida. Aunque estuvo relativamente fácil, se podría haber complicado mucho sin preparación y prudencia suficientes.
Sthlyfaugh: 2000 xp de bono para que no quede tan atrás (Boram ganó casi 6000 mientras Sthly estaba “estático”; Ale y Bel más de 6000, por el 10%).
Comentarios
1) Creo que hubo buen trabajo de equipo. Aunque estuvo relativamente sencillo por las circunstancias, un paso en falso habría sido fatal.
2) Buscar el laboratorio de Boróngoron habría tomado un día más, por el amanecer, los recursos que podrían haberse gastado, etc. Creo que optar por la prudencia, después de todo por lo que han pasado, y considerando que toda la ciudad los busca, fue buena decisión. ¿Qué tal que llegan los guardias otra vez? ¿O si mueven las cosas de la casa de Atemol y se llevan el espejo?