Comienza la sesión cuando acaban de despertar en la nueva guarida de los cristalacranes. Después de prepararse, mientras discurren con Jorgito las distintas posibilidades para emboscar a Gordobán, de repente el kóbold les hace señas de que guarden silencio y señala una zona de la recién ampliada cavernita. Los aventureros son entonces testigos de un proceso particular: un cristalacrán, particularmente grande, vibra emitiendo un ruido parecido al que genera una chicharra, mientras muchos otros lo rodean; de repente, empieza a crecer hacia arriba; después parece que estuviera cambiando de piel, pero pronto es evidente que la “cáscara” es la que se mueve, mientras que en el lugar donde se encontraba hay otro cristalacrán pero completamente transparente, inmóvil… Transcurridos algunos minutos, el nuevo cristalacrán empieza a moverse lentamente, mientras su piel toma un color translúcido blancuzco con reflejos tornasolados, como la de los demás. Acaban de presenciar el nacimiento de un cristalacrán.
Terminado el parto, que según Jorgito es algo que sucede con frecuencia, reinician la planeación. Jorgito dice que preguntó a los súbditos y, al parecer, los troles suelen esconderse cerca de las vetas, dentro de las paredes; cuando los cristalacranes están “embarazándose”, los troles surgen repentinamente y los aplastan. Deciden entonces ir todos a colocar un par de alarm mentales cerca de la veta, para después esperar en las cercanías. Los guían cuatro cristalacranes e Icanor los acompaña. Aunque el despistado Alexandir haya descubierto en un rincón de su spellbook el utilísimo darkvision, que copiara del libro de Atemol, llevan luz para Icanor porque el hermano mayor no puede andar desperdiciando hechizos de segundo nivel así como así.
Tras cuatro horas de camino desembocan en una cámara amplia. Los cristalacranes se acercan precavidamente a un lugar específico y avisan que ahí está la veta de cristal. Los aventureros exploran un poco el lugar y encuentran otros dos pasillos, uno estrecho, parecido a aquél por el que llegaran, y otro mucho más amplio. Mientras están en eso, Miztli hacia el oriente del mapa, Icanor y sus súbditos cerca del centro de la cámara, los otros tres en las proximidades de la veta, Alexandir nota un hueco extraño en la pared. Lo observa disimuladamente y nota claramente un ojo grande que lo observa… Da la alarma al tiempo que la pared se quiebra intempestivamente y surge un trolesote, quien le suelta un mordidón, dejando a la vista una pequeña cámara, separada de la mayor sólo por una delgadísima capa de piedra.
El eldricht knight reacciona rápidamente, casteando grease quickeneado y después dimension door defensivamente. Agra trata de intimidar al troll, que ya notan que efectivamente es Gordobán, pero no lo consigue y éste, que no parece resbalar a causa del hechizo del humano, ataca a Sthlyfaugh, infringiéndole daño considerable a pesar de su fuerza aún reducida. Alexandir castea greater invisibility y quickenea un ray of enfeeblement, debilitando aún más al gigantón, mientras el semielfo activa su anillo de invisibilidad y cambia de posición, e Icanor consigue ensartarle una flecha.
Miztli se aproxima, quickenea un tongues y, con un greater command, ordena al enemigo que se detenga, pero éste resiste la magia y emprende la carrera, no sin antes recibir dos cimitarrazos por parte de Agra, uno de ellos crítico. Lo ven desaparecer en la oscuridad hacia el noroeste (del mapa), donde se encuentra el túnel amplio. Alexandir castea elemental body y keen edge, todos huyen para escapar del derrumbe, pero no hay tal: sólo escuchan cómo excava en la lejanía durante varios segundos y luego nada, silencio…
Tras constatar que el monstruo huyó, ponen los alarm y se retiran. Poco después se detienen a comer los víveres que creara Miztli el día anterior y que ahora purifica mágicamente. Después regresan y descansan. Al día siguiente se encaminan nuevamente a las cercanías (a distancia de dimension door) y esperan pacientemente todo el día, contando chistes y jugando juegos de azar, mientras los cristalacranes comen en la veta, pero nunca se activan los alarm. Hacia las 18:00 se dirigen a la cámara y notan que los hechizos aún están activos y los cristalacranes están bien. Los reactivan y al día siguiente hacen lo mismo, pero nada…
Esa noche, Miztli manda un sending a Miribi comunicándole que encontraron a Icanor pero que aún necesitan resolver algunos asuntos. El genio responde que está feliz por la noticia, que se tomen su tiempo y que lo mantengan informado. Deciden preguntar al día siguiente a Vilangaya sobre el curso de acción más pertinente, así que el enano prepara lo necesario al amanecer y aplica su ritual adivinatorio, preguntando: “Para encontrar a Gordobán, ¿necesitamos buscar otra veta cercana o continuamos acechando en la que lo hemos estado haciendo?”, a lo que recibe como respuesta: “Ninguno de esos procederes te conducirá a tu objetivo”.
A partir de lo que saben de troles, y conociendo a Grodobán, concluyen que probablemente haya decidido cambiar de coto de caza por lo menos durante algún tiempo (el hechizo tiene un límite de una semana). La noticia es recibida de forma ambigua por Icanor y Jorgito: si bien habrá algo de paz, cuando vuelva los sorprenderá, así que no pueden bajar la guardia. Entonces Alexandir encuentra una solución: enseñar a los cristalacranes a imitarlos con su capacidad ilusionista innata. A todos les parece una idea buenísima, sin recordar que, cuando se asustan, los trolesotes suelen generar terremotos que colapsan los túneles…
Permanecen un par de días para que los súbditos practiquen sus nuevas ilusiones y después parten en busca de la bola de ojos, para lo cual usan find the path rumbo al puesto de guardia que hay en la ruta de Avgragrrom a Pliktrracak, con la esperanza de encontrar al monstruo en el camino. Lo que no queda claro es cómo piensan encontrar nuevamente a Icanor y Jorgito…
Fin de la sesión, a las 15:00 de 18 Horno 13306.
4000 xp por cabeza
Total: 267,782