La sesión comienza cuando Algrosh se despierta a causa de un par de mordidas, por parte de un par de serpientes, cada una con un par de cabezas. Está arriba de un árbol, pero tiene una cuerda lista para bajar deprisa. Todo su equipo está con él, siente que lo necesita para defenderse, así que toma su hacha y se dispone a defender la plaza.
Mientras tanto, Noctum ataca desde abajo con su arco y despierta a los demás, que hacen lo propio. Después de recibir otras mordidas y sentir el efecto debilitador del veneno, Algrosh decide bajar (creo que a sugerencia de Dilos). De milagro (o, más bien, por ser semiorco) no se desploma sino hasta que llega junto a Anathiel.
Dilos y Noctum se aproximan a las serpientes, que bajan del árbol tras Algrosh. Anathiel cura en repetidas ocasiones y apoya con su fire bolt. Icanor y Divad utilizan sus arcos. Algrosh vuelve a la lucha. De repente, Divad toma una decisión: se aproxima dando un pequeño rodeo, de manera que alcanza por atrás a la serpiente que aún estaba viva y… ¡aplica el primer sneak attack de su carrera! ¡Abran la champaña!
Dan así cuenta de las serpientes de dos cabezas, pero Algrosh y Noctum quedan muy debilitados por el veneno. De hecho, Algrosh está a un tris de morir cuando su cuerpo logra neutralizar los efectos. La noche apenas empezaba, así que vuelven a acostarse y descansan sin novedad hasta la mañana siguiente.
Al rezar, Anathiel prepara hechizos que le permiten ayudar a sus amigos a recuperarse de la debilidad extrema que padecen. Se los aplica a Algrosh, que apenas puede moverse de lo mal que está. Emprenden la marcha y, unas tres horas y media después, comienza el eclipse. Se ponen en guardia durante la oscuridad y disfrutan el fenómeno mensual, que dura aproximadamente una hora, y que en este caso también marca el inicio del año 13306.
Continúan caminando y recolectando zarzamoras, además de las primeras cerezas de la temporada. Noctum encuentra un arbusto con cerezas especialmente apetecibles, en medio de un macizo de zarzamoras. Se acerca para tomarlas y en eso el arbusto lo ataca: una de las ramas principales, mucho más flexible de lo que parecía, se mueve rápidamente, lo golpea, lo atrapa y lo constriñe, matándolo en el acto.
Los demás reaccionan y atacan al arbusto. Las plantas circundantes tratan de retenerlos, pero sin éxito. Anathiel lanza su fire bolt, pero parece no hacerle daño a la planta. Aún así, pronto terminan con ella, pero al acercarse y revisar a Noctum comprueban que ha muerto definitivamente. Los invade la tristeza; se siente la desazón en el ambiente; Noctum era un buen compañero. Jorge está desconsolado.
Al tomar el cuerpo de Noctum, descubren un esqueleto a los pies del arbusto, y lo que parecen ser restos de equipo. Buscan con cuidado y encuentran algunos objetos interesantes. Dilos toma su pala y excava un poco en esa zona, hallando un tubo metálico que tiene en su interior un pergamino con escritura mágica.
Se disponen a enterrar a Noctum. Anathiel pronuncia los mantras de los ritos mortuorios tanto de Auilfa como de Rulo, el dios preferido de Noctum. Los demás comienzan a cavar una fosa.
Fin de la sesión.
560 XP por cabeza