Vigesimoctava sesión

 

Duermen en la suite de la posada. Es grande y tiene puertas con buenos cerrojos. A la mañana siguiente se dirigen con el anticuario. Éste se interesa en los objetos de la cripta, especialmente en el anillo. Compra todo por 8900 gp.

Acto seguido, el grupo aplica el shopping lo mejor que puede, incluyendo una carreta grande y una mula adicional. Parten bien equipados en la mañana de 25 Lodo, a buscar la guarida del dragón, acompañados por un “cuídate, hermano” del buen Belarion, a quien Amaguq invitara una botella de vino miel-de-melón.

Al anochecer llegan a la encrucijada indicada por Amina, que ya habían visto durante el descenso, y acampan en las cercanías. Escuchan ruido en la noche, durante las guardias de Boram e Icanor, pero nada más.

Al día siguiente siguen el camino hacia el norte y cruzan un río. Icanor sugiere que podría ser el mismo río que corre después paralelo a la cordillera. Los otros se admiran. Icanor aclara que es especialista en ríos, a causa de la vaca Fifí, y empieza con una de sus anécdotas largas y confusas, sazonadas con un sinnúmero de reflexiones.

Continúan y pronto llegan a un valle, entre dos brazos de la cordillera, orientado en dirección sur-norte. Por su centro corre un río, y el camino sube pegado a las montañas del lado oriental. Pronto descubren la razón: los innumerables arroyos que bajan por las cañadas deben ser impracticables durante las lluvias.

Después de comer se despeja. Entonces tratan de identificar la montaña a la que deben dirigirse, sin éxito. Deciden seguir por la senda y observar los picos desde otra perspectiva.

Mientras ascienden por el camino, observan a dos elfos (hombre y mujer) entrando en una cueva. Están heridos; ella parece grave. Aparentemente no escuchan a Amaguq cuando los llama, debido al estruendo del arroyo que corre por la ladera. Amaguq y Boram los siguen dentro de la cueva. El semielfo les habla en élfico. Ellos voltean y lo miran, asombrados y aliviados. Amaguq les pregunta cosas. No responden, no se mueven…

De repente, los elfos y el fondo de la cueva desaparecen. El túnel sigue hacia adentro y frente a ellos hay un solífugo gigante, que ataca de inmediato. Llaman a Icanor, quien acude a la carrera. El solífugo se lanza sobre el ranger, mientras otra criatura, que parece pulpo, ataca a Jorge desde las alturas de la cueva.

Amaguq da un tajo al arácnido con su cimitarra mágica. Boram aún debe sintonizarse con la nueva energía, según parece, pues su arco sale volando cuando intenta utilizarlo. Icanor llega y… con un tiro extremadamente preciso, suplementado por sus bendiciones paladinescas, tumba al famoso pulpillo.

Pronto dan cuenta del solífugo también y revisan la cueva. Unos metros más adelante, el paso está cerrado con piedras amontonadas. Parecen haber sido colocadas desde hace tiempo. También descubren un nicho en la pared de la cueva donde hay varias varas apiladas, como un nido. No pueden observarlo con claridad porque está a unos 3.5-4 metros de altura. Amaguq dispara una flecha y no sucede nada. Entonces lo dejan en paz.

Deciden pasar la noche en ese lugar. Salen por la carreta. Es difícil moverla fuera del camino, aunque el terreno en esa parte sea básicamente horizontal. Se tardan unos 20 minutos y, al entrar finalmente a la cueva otra vez, descubren que la criatura con tentáculos no está… No se preocupan por buscarla y montan campamento, atando las mulas a unos pitones cerca del arroyo.

Fin de la sesión, al anochecer de 26 Lodo 13306.

800 XP por cabeza

 

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Masteraje

Occidente de Mojiganga (26-30)

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