Octagésima sesión

 

Empieza la sesión cuando acaban de descubrir que la giganta no está pero su arco sí. Deben permanecer para que al amanecer resucite Sthlyfaugh, así que se ponen cómodos. Pasan la tarde y la noche sin novedad. Salen temprano para cantarle “Las Mañanitas” a Sthlyfaugh cuando regrese de dormir con los dioses.

Al salir el sol, todos se curan y el rogue vuelve a la vida. Su equipo está junto a él, pues los demás lo habían sacado. Unos segundos después de la revitalización, Belarak recibe una andanada de flechas de 2 m, como las del día anterior. Se aprestan al combate, pero los casters aún no han perparado sus hechizos del día y Slythfaugh está sin armadura.

El rogue, temerario como siempre, avanza a pesar de su vulnerabilidad, y cae en un santiamén, hecho coladera como el día anterior. Belarak, también muy herido, utiliza su perla de poder para castear una wind wall y aproximarse, después de indicar a Toño II que se vaya a esconder. También constata que el arco está donde lo dejara el día anterior. Boram cura varias veces al druida, quien también aprovecha sus cure light wounds.

La giganta se aleja, rodeando la wind wall. Alexandir le lanza un glitterdust, pero los tatuajes azules de la arquera brillan y el hechizo no tiene efecto alguno. Entonces conjura un par de hound archons, mientras Belarak hace lo propio con un grifo y un tigre. El arcanista se vuelve invisible y avanza, pero escucha algo y descubre a otra giganta, sin arco, tomando las pertenencias de Sthlyfaugh. Para entonces, el druida ha entablado conversación con la atacante y ha revelado la ubicación del arco que escondiera…

La giganta da por terminado el diálogo y comienza a trepar el árbol para recuperar el arco, pero es atacada por los hound archons y el grifo, quienes la hacen caer. La otra grita algo y emprende la retirada, llevándose las cosas del rogue. La caída se levanta y huye también, bajo un poco efectivo fuego del paladín. Alexandir y Belarak salen tras la ladrona, que ya identifican claramente como la que los atacara anteriormente, después de que el humano castee un haste.

Tras una animada persecución, con Alexandir volando invisible, Belarak transformado en elemental de aire y Boram disparando cinco flechas cada ronda, logran dar cuenta de ambas gigantas. En un momento, una flecha que recibe Belarak le produce los efectos del glitterdust que Alexandir le casteara a la giganta.

Discuten entonces qué hacer. Deciden que lo mejor es no salir del rope trick sino hasta que hayan preparado hechizos. Meten entonces los objetos al espacio extradimensional y le dejan una nota a cada cadáver: la de Sthlyfaugh indica que sólo emergerán una hora después de la salida del sol y le sugiere que se esconda durante ese tiempo. Las de las gigantas proponen un trato: les devuelven sus pertenencias si juran no atacarlos ni pedir a nadie que los ataque; si se niegan, destruirán sus arcos y sus flechas. Para que se note la seriedad del asunto, dejan una flecha rota sobre cada cadáver.

A la mañana siguiente, poco después de que salga el sol, sube Sthlyfaugh al rope trick y se equipa. Cuando los casters terminan de prepararse, bajan todos y encuentran a las gigantas cerca de ahí, sentadas juntas. Éstas comunican que aceptan el trato, pero si ellos juran también no atacarlas sin provocación ni pedir a nadie que lo haga.

Parecen frustradas y enojadas. Sin embargo, la diplomacia del rogue aunada a los gestos amables de Belarak, así como el hecho de que éste sea druida, mejoran su disposición. Comentan que normalmente cobran peaje pero que ellos tienen paso libre. Llegan incluso a proponer un pacto de defensa mutua: si un grupo es atacado sin provocación, el otro grupo unirá fuerzas para la defensa. Los aventureros aceptan el pacto y van más allá… ¿accederían ellas a cuidarlos mientras suben de nivel? Ellas proponen hacerlo por 500 gp, pero Sthlyfaugh logra que lo reduzcan a la mitad. Juran todos por Termiyana, Mika y Kabúm.

Pasan entonces el día con Amaranta y Dalia, cazadoras y guardianas del bosque, según dicen. Duermen plácidamente y al día siguiente suben de nivel, protegidos por las gigantas, quienes también montan guardia durante la noche, dado que no hay rope trick. Poco después de la salida del sol, éstas se despiden y la sesión termina en la mañana de 48 Viento 13306.

4000 xp por cabeza ¡Sube Sly!

Comentarios

1) Suban de nivel.

2) Tienen todo un día para hablar con Amaranta y Dalia. Pueden hacer preguntas por aquí o por privado. Conforme voy contestando, pueden profundizar, etc.

3) Los recursos son para utilizarse… Ya me imagino lo divertido (y, en un sentido, lo aburrido) que se habría puesto el asunto si se les hubiera escapado Dalia.

 

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Gigantas y cerebro (79-84)

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