Sesión 149

 

Empieza la sesión mientras están en la estepa donde encontraran a Alexandir, después del intento fallido por regresar al palacio del jeque a través de la puertecilla que usaran Alexandir y Miroslava. Saben que están en grave peligro. Por otra parte, Miztli puede observar a Sr. Loro y nota que se encuentra muy mal, como si estuviera muy enfermo.

Mientras planean la forma de defenderse del asalto de las gemelas, que parece inminente, de repente se ven envueltos en una especie de remolino tornasolado y… aparecen en el centro de una estrella de siete picos labrada en el suelo, dentro de un cuarto heptagonal, con una figura humanoide cubierta por una capa roja parada en cada uno de los picos de la estrella, pronunciando palabras extrañas.

Los invocadores se sorprenden tanto como los invocados. Una figura pequeña, que pronto se ve que es un gnomo, se presenta como Macronius, abad del templo de Auilfa en Lerma, donde se encuentran. Relata que querían, mediante un complejo ritual, traer de regreso a unos amigos que están en dificultades en el Plano de las Capas Infinitas. La última vez que se comunicaron estaban en la capa 45, yendo hacia el Bosque de los Colmillos, para acceder a un portal hacia la capa 113, donde pensaban ir a la Ciudad de las Curvas Rectas. Eran Cromius, el bardo; Banixta, clériga de Auilfa; Brun Utis, guerrero y clérigo de Mardeka; Somenius, el mago; Goben-Dalh, guerrero del sigilo. Va un mes (siete semanas) que no se sabe de ellos. “Pero en cambio llegaron ustedes. Eso significa que es lo mejor que podía haber pasado”, comenta el abad.

Aunque todos los reciben bien, un humano de nombre Norin se muestra particularmente amigable con el grupo. Tras enterarse de sus cuitas, Macronius ofrece resucitar a Sthlyfaugh y darle 17,000 gp a cambio de que vayan al Plano de las Capas Infinitas a averiguar qué pasó con aquéllos, y el grupo acepta. El abad se retira y regresa unos 15 mintos después, acompañado del semielfo con una toalla amarrada a la cintura y un saco de monedas. Deciden ir al templo de Poleta a regresar la espada del jeque y después a comprar algo de equipo.

Norin los guía hasta el templo de Poleta. Durante el camino pueden apreciar que la ciudad donde se encuentran está en medio de un bosque, cerca de una cordillera. Además, Alexandir reconoce de inmediato el nombre de la ciudad, no muy lejana del lugar donde nació y creció. En el templo de Poleta los recibe un guardia y manda llamar al Abad Claudio. Éste, tras observar la espada, queda muy impresionado y agradece al grupo. Como recompensa entrega a cada uno un diamante por valor de 10,000 gp y 2000 gp de polvo de diamante, además de recuperar uno de los niveles negativos de Agra Crun y de darle al semiorco otra cimitarra para que no extrañe la que acaba de entregar. Los bendice, protegiéndolos contra enfermedades durante un mes. También dice que puede castear algunos hechizos para ellos sin costo.

De ahí se dirigen con Melasio, un buen armero que también es hábil comerciante. Compran una chainshirt de mithril +2 y dos shortswords +1 para Sthlyfaugh, y venden 27 kg de adamantita en 11,610 gp. Después visitan a Giulius, donde compran un ring of protection +1 y una cloak of resistance +2 para el semielfo, además de algunos scrolls para Alexandir: 3 x glitterdust, 2 x rope trick, 3 x silent image y un alter self.

Dedican el resto del día a entrenar y transcribir hechizos. Duermen en el templo de Auilfa y, a la mañana siguiente, se dirigen al templo de Poleta para que Claudio castee un scrying tratando de localizar a Melissa, pero no tiene éxito. Deciden entonces partir hacia el Plano de las Capas Infinitas, pero quieren que los lleven los clérigos de Auilfa para tener completa su carga de hechizos; como no estaban preparados, Macronius les pide que esperen un día más. Durante ese día aplican sus tareas habituales y no se ocupan de observar a Sr. Loro ni de comunicarse con él. Al medio día aprecian el eclipse mensual: inicio del mes de Calma.

Macronius comunica lo que sabe sobre el lugar al que van: para empezar, aclara que no es fácil moverse entre las capas de un plano dado, pues no hay hechizos que lo permitan. Les dice que la capa exterior del Plano de las Capas Infinitas es la Planicie de los Portales Infinitos, donde hay huecos que los llevan a otras capas, aunque los más famosos suelen estar custodiados por monstruos terribles; dice también que hay tres capas interconectadas conocidas como Las Tres Gracias, y desde una de ellas se comunicaron los perdidos por última vez. Pensaban ir a Lochombli, una capa llena de muertos revivientes, cuyo señor es Zakaro (conocido también como Sucro), Príncipe de los Muertos Revivientes. En ese lugar pensaban visitar la Ciudad de las Curvas Rectas, que es una especie de pueblo fantasma.

A la mañana siguiente, antes de partir, el Abad Macronius les comunica que Auilfa tiene un regalo para ellos. Entran uno por uno a un cuarto particular, que está vacío salvo por un objeto: su regalo. Ya listos y preparados se empaquetan en el bag of holding grande y un par de clérigos de Auilfa los llevan al Plano de las Capas Infinitas. Llegando los sacan y se regresan de inmediato. El grupo está en una planicie irregular de tierra roja, bajo un cielo rojo e iluminada por un sol rojo. El lugar es claramente inhospitalario y no parece haber una sola gota de agua. A lo lejos se pueden apreciar algunas criaturas voladoras, pero no alcanzan a distinguirlas con claridad.

Fin de la sesión, a las 9:00 de 1 Calma 13306.

2000 xp por cabeza

Alex, Miztli: 337,382
Agra, Norin, Sly: 334,582

Comentarios

1) Estaba un poco apurado y con el cerebro ya en off hacia el final de la sesión. Muy en particular, Alexandir y Norin ya vuelan, así que el caldero no hace mucho sentido. Pueden cambiar (todos, quien lo desee) su regalo de Auilfa por uno de los siguientes items:
– Una gema que absorbe spells de hasta 8° nivel, pero sólo si se prepara (ready) una acción para hacerlo. Absorbe un total de 50 spell levels y después se desintegra.
– Una linterna que, además de dar luz, revela invisibles.
Si lo cambian se asume que ése fue el regalo que les dio, en lugar del otro.

2) Miztli quería comprar scrolls divinos, peor Giulius dijo que eso era en los templos. Se nos pasó hacerlo, pero estuvieron dos días en el templo de Auilfa, además de que también los quieren en el de Poleta. Entonces puedes comprar scrolls divinos: dime cuáles quieres y tiras a ver si los hay. Norin también.

 

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Bendecidos (149-157)

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