Octagesimonovena sesión

 

La sesión empieza a medio combate contra el troll gigante, en la tarde de 3 Tormenta 13306. Aunque logran hacerle cantidades inmensas de daño, él se entierra y se recupera por periodos de un minuto, mientras se acaban hechizos importantes (como haste y summons), y sale sólo un par de rondas cada vez para tratar de tumbar a alguien.

A pesar de eso casi logran terminar con él. Incluso llega a caer, pero su poder regenerativo lo recupera y se retira a las profundidades de la tierra. Pensaban tener ventaja por poder volar, pero los madrugó él pudiendo excavar rápidamente. No habían contemplado eso y no tenían manera de atacarlo bajo tierra.

Alexandir, al ver que de seguir así las cosas no tenían prácticamente ninguna posibilidad, empieza a discutir con los organizadores, enanos de Irumbu, procedentes de las montañas de hierro. Ellos alegan que así como Alexandir y Belarak vuelan, éste último convertido en elemental de aire, el troll se entierra, ¿dónde está el problema?

Alexandir manda al Sr. Loro a buscar a alguien que pueda interceder a su favor, alguna autoridad, pero el pseudodragón no corre con suerte. Finalmente, el troll da cuenta de todos. Rápidamente entran enanos clérigos por parte de los organizadores para curar al grupo. Belarak está muerto, pero los demás recuperan la conciencia.

Alexandir, enfurecido, decide acudir con el mismísimo Dornsta, arzobispo del gran templo de Toribio. Éste los atiende después de dos horas, durante las cuales Boram y Sthlyfaugh deciden no participar en la entrevista. Alexandir expone su caso, y el arzobispo le dice que, si no está prohibido en las reglas enterrarse, no ve dónde esté el problema: que ellos no se lo esperaran no significa que sea trampa. El arquero arcano arguye que si el oponente permanece un minuto entero sin atacar de ninguna manera, eso equivale a rendirse. Dornsta le responde que no es así: si él, por ejemplo, castea un hechizo que haga daño continuo y después se eleva fuera del alcance de su oponente, o simplemnte se eleva y se cura durante un minuto, eso sigue siendo válido. El margen que suele darse en esos casos es de diez minutos, aunque no se había presentado este tipo de problema. La gente suele dedicarse a pelear, no a dejar de pelear; el espíritu es combatir como mejor pueda uno. De hecho –afirma– casi todos los años viene ese troll o alguno de sus dos hermanos, y siempre pelean de la misma manera: es su técnica de combate.

Alexandir se enoja aún más. Amenaza con atacar a los organizadores de ese concurso y con boicotear el torneo. El arzobispo también se exaspera y le advierte que tenga cuidado, que las condenas en ese lugar son muy largas, especialmente si se está ofendiendo al mismísimo Toribio; que tal vez sea mejor que abandonen el torneo.

En vista de que las cosas escalan rápidamente cuando la gente tiende al caos, como es el caso con la mayoría de los seguidores de Toribio, el arquero arcano asegura que no romperán la ley de manera ninguna, pero que le parece que las reglas del torneo son tramposas e inadecuadas. Dornsta contesta que más bien él opina que Alexandir es un mal perdedor, pero que pregonará la regla de los “10 minutos sin atacar”, para que no haya más malentendidos.

La regla es así: durante cualquier combate, a menos que se especifique algo distinto de antemano, cualquier combatiente que pase 10 minutos seguidos sin a) hacer o tratar de hacer daño a algún oponente, ni b) castear un spell o usar una habilidad con efecto negativo en combate cuyo target sea algún oponente, queda automáticamente fuera del encuentro, como si se hubiera rendido de manera individual.

Claramente ganaron fama al dar tan buena pelea contra el gran Gabanda, sólo superado por sus hermanos Rákalas y Murchi, pero también dieron la mala nota al protestar tanto y mostrar poco espíritu deportivo.

Fin de la sesión al amanecer de 5 Tormenta 13306 (ni modo de terminarla antes que la anterior; si quieren hacer algo en particular durante la noche del día 3 o la tarde del día 4, por mensaje).

2500 xp por cabeza
Alex: 108,210
Sly: 101,062

Comentario

Más allá de lo que opine Dornsta, en efecto el troll los sorprendió con una táctica que no habían considerado y para la que no estaban preparados. Justo es el chiste de esos bichos: se mueven rápido, excavan, tienen buena percepción y se regeneran; contra la mayoría de los oponentes, pueden irse y volver nuevecitos tantas veces como sea necesario.

Es como si valiera volar en los combates contra dinosaurios: simplemente te elevas y atacas a distancia. Claro que los orcos de la Estepa saben cómo manejar los combates para que les resulte negocio traer a los reptiles desde tan lejos.

Por otra parte, ya conocieron a los troles de montaña y sus técnicas de combate sin arriesgar vida, libertad, equipo, etc.

Ah, y se me había olvidado presumirles: hace un par de semanas me encontré un monstruo inspirado en uno que yo subí una vez a un foro. Está muy cambiado. Conserva apariencia física, lugar de origen (ligeramente modificado), algunas special qualities, además de algunas características personales y tácticas. Le quitaron un par de cosas que, de hecho, forjan un poco la naturaleza del monstruo original. Parte del texto donde se describe es casi idéntico al que yo puse. Yo lo subí como por 2005-6, y aparece en un libro publicado en 2011 (aún para 3.5). Ya no les digo más porque probablemente lo conozcan más adelante. Sólo les comento que, aún siendo un detalle insignificante, mi ego se infló como globo de cantoya.

 

Primera sesión    Sesión previa    Siguiente sesión

El torneo (85-93)

Comentarios

error: Content is protected !!