Sesión 209

 

La sesión empieza cuando terminan de buffearse y viajan desde el roble que está en casa de Mandúkar hasta el que dejaran en Adriana. Al llegar encuentran dos pajarracos en las cercanías, montando guardia, a los cuales atacan y dañan mucho, además de que Belarak crea una ilusión de un fighter humano con cuatro guardias, utilizando una de las cartas del mazo que encontraran en la Ciudad de las Curvas Rectas.

Otros dos pajarracos, que aparentemente están en tejados cercanos, emiten su estridente graznido, logrando stunnear a Agra, Aria y Sthlyfaugh, mientras los dos heridos se concentran y desaparecen. Casi de inmediato llegan dos pelones pálidos unos 6 m por encima del grupo y, al constatar que su mirada no afecta a los aventureros, emiten un grito particular que no es comprendido por los divinos, a pesar de sus cascos de comprehend languages, ni por el arcano con su tongues permanente, lo que les permite deducir que es una clave preestablecida.

Después de que Belarak recoja el arco de Aria y Alexandir haga lo propio con el trono de Agra, Los Papachongos continúan con su plan: teletransportarse a donde Miztli divisara al pelón pálido mediante greater scrying. Llegan, con la mitad del grupo aún babeando, a un cuarto con unas escaleras de caracol que bajan cerca de su centro, y encuentran a dos pajarracos concentrándose para teletransportarse, lo que logran hacer antes de que ninguno de los aventureros consiga reaccionar.

De inmediato Miztli quickenea un wall of stone tapando las escaleras y extrae un scroll de dimensional lock, pero Alexandir consigue detenerlo antes de que lo active. Piensan qué hacer mientras revisan el cuarto, que está vacío, y se asoman por las rendijas que hay en las paredes, con lo que constatan que se encuentran a unos 25-30 m de altura y a unos 30-35 m del árbol por el que llegaran, ya moribundo.

Miztli se concentra en su greater scrying para observar nuevamente al pelón pálido, a quien encuentra cerca de una ventana en otro recinto. Se teletransportan hacia allá y llegan a un cuarto grande, donde también hay un pajarraco, quien logra teletransportarse sin que lo toquen. Sin embargo, el pelón pálido sufre los efectos del dimensional anchor que le aplicara Alexandir así que, aunque logra huir volando por la ventana emitiendo otro grito aparentemente en clave, es alcanzado por Miztli bajo los efectos de righteous might y después por las flechas del humano, que lo dejan como coladera… antes de hacerse puré al golpear el suelo. Después Alexandir escribe con gis en la pared, de la manera más amenazadora posible, en abyssal: “Si quieren vivir, déjennos ir”.

El grupo ni siquiera revisa el cadáver y decide dirigirse de inmediato hacia la zona reconstruida donde sabe que se guarecen Los Empolvados, fácil de reconocer desde las alturas. La alcanzan en pocos minutos, pero no parece tener ninguna entrada, al menos por ese lado. Mientras se encuentran observando el lugar y pensando qué hacer, escuchan una voz que los interpela, preguntando quiénes son y qué desean. Responden que son Los Papachongos y quieren hacer negocios con Los Empolvados, así que la voz dice que los conducirá al interior del recinto, pero exige que antes juren por Yumei seguir todas las reglas y no atacar a nadie de la asociación, siempre y cuando dicho elemento siga también todas las reglas. Agra emite un comentario altanero y Aria pregunta cuáles son las reglas, a lo que la voz responde que no hay tiempo de explicarlas, que si prefieren no jurar pueden seguir su camino y que, además de lo anterior, también deben jurar que entregarán todas sus armas en la entrada.

Miztli sabe que Yumei es dios de la muerte, la rectitud y la justicia, de alineamiento LN, así que recomienda jurar. Sus compañeros le hacen caso y juran, tras escuchar la fórmula que repite la voz. Después ésta los conduce a una zona del muro donde no parece haber entrada alguna, pero la pared se corre hacia un lado, permitiendo ver un pasillo corto, por donde la voz los conmina a pasar. Una vez que han entrado todos, el muro se cierra nuevamente.

Al fondo del pasillo hay un salón grande, en ruinas pero sólido aún, con ventanas a través de las cuales pueden verse otros edificios también venidos a menos. Hay varios humanoides, principalmente humanos, enanos y gnomos, todos embozados y con la cabeza tapada. Frente al grupo aparece un gnomo de edad avanzada pero aún fuerte y vital, bien equipado. Comunica en la misma voz que han estado escuchando que su nombre es Elarimbu, y que la primera regla es que deben permitir que les rapen la cabeza, además de sacrificar un dedo, el que menos usen… de inmediato ríe y dice que fue sólo una broma, pero que sí deben entregar todas sus armas, de inmediato, así como todos los items mágicos que no otorguen un bono permanente. Jura por Yumei que serán bien cuidados y les serán devueltos cuando partan, siempre y cuando sigan todas las reglas.

Todos entregan lo que se les pide y observan cómo lo de cada quién es colocado en una caja, que se sella y se marca. Miztli pide comprar un libro de reglas para su colección, a lo que Elarimbu responde que eso lo verán más tarde, pero que por lo pronto le presta uno, tras lo cual le entrega un volumen grande de unas doscientas páginas.

Elarimbu ofrece comida, que Los Papachongos aceptan aunque tienen la barriga llena. No es muy apetitosa: carne salada, galleta ya un poco rancia, cerveza ya oxidada y sin gas. Al ver la poco bien disimulada decepción de los aventureros, el gnomo explica que los víveres son difíciles de conseguir en un lugar donde todo muere y se pudre de manera instantánea, aunque también deja ver que los placeres corporales son poco valorados entre Los Empolvados.

Los interpela directamente sobre el tipo de negocio que tienen en mente, dejando para después la pregunta de Belarak sobre el tipo de plantas que hay en esa capa, y mostrando poco interés por el abanico de plumas de águila plateada que éste menciona. Empieza a desesperarse cuando inquieren quién podría llevarlos al Desierto de Azankap, y más cuando insisten en el tema después de que les explica que sus servicios se restringen a Lochomblis. Pero finalmente saca en claro que quieren un guía para la Ciudad de las Luces y, principalmente, llevarse con ellos a Goben-Dalh, así que les pide que esperen un poco.

Sale y regresa poco tiempo después, pidiendo que lo sigan. Los conduce por varios recintos y pasillos, donde los aventureros pueden apreciar cómo hay zonas recién construidas al lado de otras aparentemente derrumbadas hace siglos, cuyo cascajo nadie se ha ocupado en recoger. Finalmente llegan hasta un cuarto, derruido pero sólido, con un nicho grande donde se aprecia un diagrama complejo, frente al cual hay una calaca con luces en las cuencas oculares y vestida con ropas de calidad quien, además de anillos, collares, bracaletes, etc., tiene un staff de color negro con una gran gema morada en uno de los extremos. Elarimbu lo presenta como Berenguei y comunica que, de ahora en adelante, tratarán con él.

La calaca saluda cordialmente y, sin más preámbulos, afirma que la llegada de Los Papachongos a Adriana resultó desafortunada para Los Empolvados, si bien entiende que no es su culpa: desde hace tiempo que los molesta un delnabo; tras esperar pacientemente, finalmente el demonio estaba empezando a bajar la guardia, pero la llegada de los aventureros lo ha puesto alerta nuevamente, así que se mueve constantemente y ha reforzado su guardia de mercenarios.

Está al tanto de que buscan a Goben, así que manda por ella. Es una elfa grácil de piel oscura y largo pelo negro (exactamente como se las habían descrito), quien los mira con desconfianza. Berenguei le dice que Los Papachongos afirman ser amigos de sus amigos, y le pregunta si quiere irse con ellos, a lo que la elfa responde que no. Los aventureros le explican a Goben que Los Variadillos son sus amigos y que ellos los enviaron, y Aria empieza a ejercer sus finas artes de convencimiento, lo que claramente molesta a Berenguei, quien ordena a Goben y a quienes la acompañan que abandonen el cuarto.

Una vez solos otra vez, Berenguei dice que, si ella no quiere irse, la política de Los Empolvados es respetar su decisión, aunque reconoce que la elfa no sabe ni quién es… Y propone el siguiente acuerdo: dado que, si bien sin quererlo, azuzaron al delnabo en el peor momento, y considerando que el bicho sí resulta molesto para Los Empolvados, si logran terminar con él les permiten llevarse a Goben contra su voluntad, siempre y cuando juren no dañarla y llevarla con sus amigos. La asociación no les prestará ayuda contra el demonio, más allá de ofrecer hospitalidad, aunque advierte sobre el peligro que hay en Adriana: los débiles de espíritu pueden perder el alma, y el riesgo aumenta entre más tiempo se pase en la ciudad. Además de entregar a la elfa, les explicarán sobre las plantas que hay en Lochomblis. A petición del grupo, accede adicionalmente a conducirlos a la Ciudad de las Luces y asignarles allá un guía durante dos días. Sin embargo, se niega a compartir información y a cuidar un árbol que planten fuera de su cuartel. Expresa dudas de que logren su cometido y advierte que haber estado cerca de conseguirlo, sólo dificulta la tarea.

Fin de la sesión, a las 17:30 de 16 Lodo 13307.

3000 xp por cabeza

Miztli: 621,133
Agra, Alexandir, Belarak: 618,333
Aria, Sly: 615,833

Comentarios

1) El comentario que llevo siete semanas guardándome: llevan como un año de la vida real rodeados de demonios… y siguen tratándolos como si fueran animales salvajes: después del primer ataque, del que los aventireros huyeron de inmediato, lo que tocaba era averiguar bien quiénes eran esos demonios y qué hacían ahí. Con un commune muy probablemente habrían averiguado sobre la existencia y localización del delnabo, con otro más de ser necesario, habrían logrado saber con detalle cómo terminar con él. Entonces sí lo habrían agarrado por sorpresa y las probabilidades de tumbárselo habrían sido altas.

En vez de eso, decidieron que bastaba con saber dónde se encontraban, como si fueran manada de jabalíes…

En meta, aunque cabe imaginarlo in-game a partir de lo que han observado, si hubieran terminado con él antes de llegar con Los Empolvados, éstos les habrían entregado a Goben si juraban tratarla bien y llevarla con sus amigos. Asunto terminado. En cambio ahora tienen a un demonio inteligente y poderoso extremando precauciones… cada intento fallido le da más info sobre ustedes y lo pone más en guardia.

2) Yo consideraba la shadow del shadowdancer como un ente real, un call effect. Pero es cierto que viene descrito como un summon. Es summon entonces, con las ventajas y desventajas que eso representa.

 

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