Sesión 217

 

La sesión empieza cuando los aventureros están frente a El Complejo, el gran edificio de hierro donde hay varios portales, tras su experiencia poco grata con algunos de los pajarracos que había en las cercanías. Observan que el edificio está en buenas condiciones, aunque parece tener reparaciones, o varios estadíos de construcción. Se dirigen a la puerta que hay cerca de donde se encuentran, que es muy amplia y está abierta (también hay otra en las inmediaciones, pero se encuentra cerrada).

En la entrada ven a un elfo finamente ataviado, además de varios lodosos. También perciben criaturas invisibles revoloteando en el área. El elfo les pregunta por su destino, a lo que Alexandir y Aria responden que quieren ir a Ayunia. El elfo les pide que esperen y, poco después, aparece cerca de él un humanoide con rasgos de hiena deforme. Es realmente horripilante. Éste pregunta la razón de que quieran ir a dicha capa, y los mismos dos aventureros contestan que sólo van de paso, así que inquiere sobre su destino final.

Miztli afirma de mal modo que van a otra capa, y que quién está preguntando, tras lo cual el hienoso suelta una carcajada estruendosa y horripilante y les dice que él hace las preguntas, que Ayunia no es pasaje público, y que se vayan por otro lado. El enano dice entonces que son comerciantes interplanares, así que el otro le pregunta qué vende, y varios Papachongos se aprestan a aclarar que en este caso van a comprar y a “revisar el mercado”… El hienoso les pregunta qué quieren comprar, y afirma que él puede venderles lo que necesiten.

Entonces Belarak, transformado en elfo, intenta una vertiente: dice que busca semillas de árboles exóticos. Eso tiene un efecto inmediato en el repulsivo ser, quien mira con desconfianza al druida. Pero éste insiste, ofreciendo regalarle una semilla de “palmera”, mientras Aria apoya insinuando que se trata de algo muy especial. El hienoso sopesa la situación por un momento y se concentra, tras lo cual el elfo presente también se concentra, y los más perceptivos del grupo notan cómo uno de los revoloteadores invisibles desparece.

Poco después aparece otro elfo, vestido de manera más casual. El primero se mueve hacia un lado para dejarle espacio y el hienoso permanece cerca de él. El recién llegado, tras observar fijamente a Belarak por un momento, pide una explicación de sus intenciones. Aria afirma que buscan palmeras en Alboreich, a lo que el elfo responde que no hay, así que se acaban de ahorrar un viaje. Belarak dice entonces que busca todo tipo de semillas… y Miztli comenta que tiene información sobre Lukatoluk. El elfo responde entonces que no hay plantas en Alboreich, que él puede venderles lo que necesiten de Ayunia, que no pueden pasar por el portal y que puede pagar por información relevante sobre Lukatoluk.

Los Papachongos insisten en que son comerciantes y deben ver qué hay, y en que podrían hacer un servicio al Príncipe de las Fieras, regente de Ayunia. También piden dirigirse a un lugar más privado para seguir conversando. El elfo sugiere que terminen con el Príncipe de las Bestias, ya que eso agradaría mucho a Yuaini, y empieza a mantener la conversación telepáticamente, para que haya privacidad.

Los aventureros afirman entonces querer llegar a Lochomblis, donde piensan encontrar tesoros y recolectar cierto musgo… así que el elfo contesta que dicho musgo podría infectar Ayunia a su regreso. Le piden instrucciones para obtener permiso de pasar, y él responde que sólo pueden pasar si son útiles en Ayunia, cuando todo lo que han dicho parece peligroso para la capa. Miztli pide 50,000 gp por la información que tiene sobre Lukatoluk, pero al elfo le parece demasiado: como Miztli ya sabía, Yuaini desprecia a Lukatoluk, además de que le es útil, así que aunque la información siempre es bienvenida, ésta en particular resulta de interés menor para el Príncipe de las Fieras.

Entonces el enano sugiere un plan: llevar a un humano fanático, que dice conocer, para que luche contra Lukatoluk. Si gana, será un cuidador del Desierto de Azankap a las órdenes de Yuaini. El elfo piensa que la idea no es tan mala, sólo que al ser un humano, morirá en poco tiempo, mientras que Lukatoluk puede durar milenios; además, si sus huestes quedan muy mermadas, no será realmente útil… Lo considera, pero finalmente decide que el discurso del grupo es demasiado confuso, así que no cree que realmente vayan sólo de paso, como afirman. Probablemente tramen algo… Además, su interés en las plantas exóticas puede resultar fatal. Resulta peligroso dejarlos pasar…

Los Papachongos insisten en que sólo van de paso, así que el elfo finalmente afirma que si pagan su peaje (3000 gp por persona), juran no interferir en los asuntos de Ayunia ni llevar ningún tipo de semillas y aceptan una revisión minuciosa de sus pertenencias, podría llegarse a un acuerdo. No suena tan mal, aunque tampoco tan bien… Cabría seguir negociando, pero Miztli se ve poseído por uno de sus súbitos arranques de mal humor y decide retirarse, para llegar a Alboreich a través de la Gran Llaga, tras obtener información en la ciudad de Acabose, acerca de la cual no sabe absolutamente nada. Los demás tratan de convencerlo de permanecer un poco más de tiempo, pero no tienen éxito.

En cuanto se alejan de la puerta, son rodeados por varios pajarracos que ofrecen llevarlos a donde quieran. El grupo los ignora, y el enano incluso sugiere hacerlos pedazos, pero los demás prefieren mantener la calma. Todos por los aires, emprenden camino hacia la ciudad, que se puede ver a unos 3 km de distancia, bajo la sombra de El Horror, una alta y ruinosa torre que pareciera salir de ella. Los pajarracos los siguen, aumentando la muina del clérigo, así como algunos seres voladores invisibles, que los más perceptivos del grupo consiguen notar.

Esa zona parece estar bastante concurrida, con grupos de criaturas diversas moviéndose y, generalmente, evitándose entre sí, además de varios edificios. Tras unos ocho minutos, unas criaturas humanoides con alas de murciélago, que conducían un rebaño de melenas, se lanzan contra el grupo, dejando sólo dos guardando el ganado. Sin embargo, el enano los detiene saludando cortésmente y preguntando por la mejor forma de llegar a Alboreich. Eso, aunado a la giant form + mirror image de Alexandir, y a que ya de cerca es notorio el buen equipo de todos los miembros del grupo, modifica por completo la actitud de los recién llegados, que tienen piel negra y caras horribles con orejas puntiagudas enormes.

Los murcielagosos parecen más interesados en vender sus melenas que en otra cosa, pero se ríen a carcajadas cuando Miztli asevera que irán a buscar información a Acabose, y más aún cuando pregunta por el gobernante de dicha ciudad. El murcielagoso que lleva la voz ve una oportunidad de obtener dinero guiando a los novatos, así que, para empezar, les dice que yendo hacia allá no llegarán a Alboreich, a menos que pretendan meterse en la Gran Llaga. Sin embargo, un movimiento de los recién llegados le resulta sospechoso al clérigo, quien se apresta a sacar su lanza. Los interlocutores, habiendo comprendido que Los Papachongos son un grupo poderoso, prefieren emprender la retirada, tras despedirse cortés pero rápidamente.

Los pajarracos que revoloteaban alrededor del grupo, y que se alejaran al aproximarse los murcielagosos, continúan tras Los Papachongos pero guardando cierta distancia. Sin embargo, en cuanto ven a los aventureros acercarse demasiado a la muralla de Acabose, se detienen, y cuando los ven cruzarla… simplemente se retiran.

En cuanto el grupo salva la muralla, puede observar una ciudad en ruinas, pero con la mayoría de ls edificios aún sólidos y en pie. Miztli detecta maldad y nota un aura que parece emanar de todos y cada uno de los puntos de la ciudad. Sin embargo, Agra, Sthlyfaugh y Sr. Loro comprenden que es el lugar perfecto para establecer un centro en esa capa, pues les otorga un poder especial.

Observan la zona y notan movimiento en una de las casas cercanas a la muralla, a través de una ventana. Aria y Miztli se acercan y ven a cinco personajes, que son como cadáveres secos con humo que sale por sus órbitas oculares vacías. Dos, más grandes, están sirviendo la mesa a tres más pequeños, pero no hay nada en los platos que les ponen enfrente… Regresan a donde están los demás y relatan lo observado, pero parecen haber sido vistos también, pues pronto sale la “familia” por la puerta de la casa y los llama.

Agra, Sthlyfaugh y Sr. Loro comprenden que deben acercarse, ya sea para convertirlos en súbditos o para destruirlos, pues deben tomar control de la ciudad. Se acercan Aria y Miztli también. Sin embargo, la mirada vacía de esos seres se bebe su energía vital, mermando a varios. Rápidamente el grupo ataca, y pronto dan cuenta de los cinco, entre otras cosas gracias a un whirlwind de Belarak que inutiliza a tres de ellos, un holy word de Miztli, las flechas de Alexandir agigantado y Aria con arco +5, así como las enfurecidas andanadas de Agra, aunque a Sthlyfaugh se le ocurre poner un tiny hut en mal lugar. Al terminar el combate, Sthlyfaugh y Sr. Loro están seriamente debilitados por la mirada de humo de dichas criaturas; Aria y Quetzalli un poco también.

Fin de la sesión, a las 10:00 de 24 Lodo 13307.

4500 xp por cabeza

Miztli: 662,633
Agra, Alexandir, Belarak: 659,833
Aria, Sly: 657,333

Comentarios

1) Las reglas no son específicas en cuanto a atacar criaturas atrapadas en un remolino. Lo manejaremos así:
– los ataques de rango tienen -4 por la fuerza del viento;
– los ataques de melee son normales, pero el atacante hace Ref save DC 12 o es atrapado por el remolino (si ataca con arma de reach, puede decidir dejar ir el arma para evitar ser atrapado).
Además, las criaturas atrapadas tienen -4 Dex y -2 al ataque (esto sí es RAW).

2) La info que tienen sobre Ayunia aparece en las crónicas de las sesiones 198 y 199. Igual Miztli sí estaba consciente de ella.

3) Entiendo que no es posible averiguar todo sobre todos lados. Con la info que cuentan no podían realmente saber que era muy mala idea mencionar “árboles exóticos” al tratar con la gente de Yuaini. Por otro lado, el lugar ya existe y tiene determinadas características, que no se pueden cambiar “al vuelo” sin desestabilizar todo el mundo. Hubo mala suerte.

4) Recuerden que el Plano de las Capas Infinitas es un lugar donde casi todo mundo es fuertemente CE. Entonces:
– casi todos se comportan como CE hasta el extremo, pues ésa es su naturaleza;
– “el león cree que todos son de su condición”, así que asumen que las demás criaturas son como ellos, y suelen tener razón.
¿Cómo son los tratos y negociaciones, la “sociedad”, entre gente muy CE?

5) Pagar por un servicio es normal, tener cierta desconfianza hacia desconocidos es normal, y más aún si su discurso es confuso e incluso contradictorio. Con gente CE, eso se vuelve más pronunciado (cobran más, o tratan de obtener alguna ventaja adicional, y son más desconfiados).

 

Primera sesión    Sesión previa    Siguiente sesión

Varios fallos (216-221)

Comentarios

error: Content is protected !!