Undécima sesión

 

Al empezar la sesión, están terminando de desayunar. Hay varios heridos (Jorge inconsciente) y Anathiel ya no tiene curaciones. Regresan al centro de trabajo de los kobolds y deciden descansar todo el día y recuperarse. Divad toma la piel de Petrona, la dobla y la ata sobre su mochila. Montan guardias, pero no detectan nada extraño.

Después de unas veinte horas, Anathiel está en condiciones de recuperar sus poderes. Reza y canaliza energía. Ya todos repuestos, deciden continuar. Exploran exhaustivamente esa zona de túneles, amarrando a quien vaya adelante, para poder jalarlo en caso necesario.

Descubren la letrina, por encima de la cárcel donde estuvieron, y encuentran varios huevos de kobold, que destruyen (salvo uno, rescatado por Noctum). También entran por la puerta usada por los jefes para huir y llegan a un cuarto con un cofre, lleno de monedas. Del cuarto sale otro pasillo, que resulta conducir al salón donde están el altar y lo que parece haber sido el área de cría.

En otra zona, encuentran un pozo cerrado con malla fina y lleno de tarántulas. Dilos y Noctum se abocan a echarles cubetas de aceite y, cuando ya están bien empapadas, les prenden fuego. Sale mucho humo, que no huele nada mal.

Más adelante, hay un salón grande con una especie de pasto amarillo en el suelo. Noctum se da cuenta de que es un hongo fibroso. En las esquinas del fondo, hay objetos distintos: de un lado, unos racimos de esferas de un amarillo mucho más vivo; del otro, unas como láminas arrugadas color cobre. Analizan ambos con precaución y descubren que también son hongos, con buen olor. Al fondo del galpón hay dos cuartos pequeños, separados del espacio principal. En uno hay un como musgo de color café, y en el otro uno de color verde claro. Se acercan al de color café y sienten frío, así que deciden retirarse.

Dan varias vueltas, se pierden y se vuelven a encontrar, hasta que deciden utilizar el yeso de Icanor para marcar los lugares por donde han pasado (¿cuántas sesiones llevaba Icanor haciendo dibujitos aquí y allá? XD ).

Después de dar otras vueltas marcando los lugares, sin encontrar ninguna salida, entran por segunda vez al cuarto secreto por donde habían huido los jefes kobolds. Icanor tiene una visión/intuición acerca de una puerta secreta, pero al ser cuestionado aclara que no, que cuál visión, que él sólo tiene comezón… pero la busca de todas maneras. Finalmente Divad busca en esa zona y, efectivamente, encuentra una puerta secreta. Icanor se echa de cabeza otra vez (“¡Se los dije!”), aunque inmediatamente trata de corregirse.

Abren la puerta y encuentran un pasillo pequeño, empinado hacia arriba. Suben hasta llegar a una piedra que tapa el camino. Icanor la empuja con ayuda de Algrosh, y se dan cuenta de que es muy fácil de mover: gira sobre un eje. Después de ella está… la luz del día. Todos brincan de gusto.

Poi, el enano, les pide que le ayuden a incinerar los restos de sus compañeros. Les dice que, si es posible, lo acompañen también a llevar los esqueletos y su equipo a su hogar. Afirma que las familias de los finados los recompensarán. Sacan los cuerpos y recogen leña suficiente para armar una buena pira.

Dilos quiere tomar muestras de los vegetales que había en el salón grande. Noctum e Icanor están ahí también. Los demás están afuera, terminando de armar la pira. Dilos recoge “pasto”, lámina cobriza y glóbulo amarillo. Se acerca al musgo verde y trata de tomar un pedazo. Al tocarlo, la planta se le pega y empieza a crecer por sus brazos, devorando su carne. Se retira, ayudado por Icanor. Recuerdan que un musgo similar se quemó con facilidad en otra parte del complejo, así que le aplican fuego a Dilos. Logran destruir el vegetal, pero Dilos sufre quemaduras, además del gran daño causado por el musgo devorador. Parece muerto, o a punto de morir. Icanor reacciona y lo cura… aunque todos sepan que es un brujo, pero no puede dejar morir a su amigo.

Llaman a Anathiel, que cura a todos. Suben a encender la pira de los enanos. Mientras se calcinan los cadáveres… sienten el flechazo de energía: ¡suben de nivel! Deciden entonces reponerse y subir dentro del complejo de los kobolds, donde no se ha visto un kobold en días, antes de continuar sus aventuras.

Al oscurecer, toman los huesos de los enanos Erol y Kirmi, y entran nuevamente a la guarida de los kobolds. Duermen en la bodega, que ya parece su casa de verano, y al día siguiente suben de nivel. Pernoctan ahí una vez más y la sesión termina cuando se despiertan, en la madrugada de 33 Calma 13305, ya como personajes de tercer nivel hechos y derechos.

Entonces eso: suban de nivel. Me avisan cuando estén para echarles un ojo.

617 XP por cabeza. Incluye el bonus por terminar con bien la aventura “Guarida de los kobolds”.

 

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Masteraje

Laberinto de las lagartijas (5-11)

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