Octagesimocuarta sesión

 

Al empezar la sesión se dirigen todos hacia la cámara donde se encuentra Tormentita. Ella concuerda con los términos a los que habían llegado con Mulai, aunque con cara de resignación. El trato con Dr. Mulai es: pueden dormir a la entrada del túnel esa noche; al día siguiente se van con Tormentita, los demás prisioneros y lo que hay dentro de la jaula de la elfa, pero deben dejar cualquier otra cosa material que no hayan llevado ellos; nadie del grupo atacará a Mulai ni maquinará para hacerle daño, directa ni indirectamente, y Mulai promete lo recíproco; no pueden acercarse a menos de 300 m del islote, a menos que lo busquen a él personalmente, en cuyo caso pueden llegar a la entrada del túnel y llamarlo, pero si no aparece en una hora, deben retirarse. Juran por Loregui, por Kabúm y por Mika.

A la mañana siguiente, un ettin cruza a los prisioneros y a la elfa en el bote (tres viajes), mientras que el grupo cuida desde arriba con air walk, salvo Toño, reducido y cargado por Belarak, y el druida mismo, que se transforma en elemental de aire. Después de cruzar, caminan por el borde del bosque, deshaciendo camino. Tras unas cuatro horas de marcha, aparece Amaranta y les ofrece cortar un trecho por un portal que está abierto. Cruzan y llegan a unas dos horas de la Ermita Asé, la cual alcanzan sin contratiempos a las 16:00 de 49 Viento 13306.

Apenas entra Tormentita, y después del riguroso aunque apresurado “abrazo élfico” (ella y Amilcio se miran a los ojos durante diez minutos… ¡tocándose los dedos!), el abad pregunta por Prinsling, el hermano de Tormentita… ¿Cómo, él también había ido? Sí, además de Fulano, Mengano, Zutano… Pronto caen en la cuenta de que todos ellos planeaban cruzar el pantano para llegar al islote de Mulai, así que probablemente sean prisioneros de Saimugo, el dragón negro.

Además de insistir en que Prinsling debe ser rescatado de inmediato, Tormentita comenta con desdén cómo, por vil debilidad, el grupo no pudo correr a Mulai ni quitarle su tesoro, ni siquiera lograron recuperar el equipo ni la ropa de los prisioneros. También los acusó de conversar amigablemente con el cerebro durante horas, después del juramento.

Amilcio defiende a los aventureros, pero mira detenidamente a Boram, quien además poco antes tuviera un descortés desplante diciendo a la elfa que “no la iban a estar rescatando de todos lados”, cuando ella acababa de enterarse de que su hermano tal vez haya muerto y, si está vivo, lleva más de tres años prisionero de un dragón maldito que probablemente lo torture con frecuencia.

Conforme sigue la conversación, el grupo se entera de la historia alrededor del cautiverio de Tormentita:
Hace algunos años, casi al mismo tiempo, llegaron Dr. Mulai y Saimugo al pantano. Amilcio no sabía qué hacer. Su novia Tormentita, que estaba de visita, ideó un plan: apostar con Mulai a que él podía tenerla presa durante un año; las partidas para rescatarla debían tener cinco integrantes o menos (sin contar familiares). Si era rescatada en menos de un año, Mulai se comprometía a ayudar a correr a Saimugo y a irse él. Si en menos de dos, sólo a irse él. Además, Mulai juró no matar-matar a quien fuera a rescatarla y no hacerle daño a ella, ni siquiera entrar en su jaula. Por su parte, Tormentita juró no hacer nada para huir ni ayudar a sus rescatistas de manera ninguna. Sólo podía usar sus poderes para divertirse y para comer. Amilcio y algunos otros (como Ativán o Bahalir) no podían participar activamente en el rescate. Además, si se cumplían cuatro años, Tormentita sería liberada pero la Ermita Asé no podría hacer nada, directa ni indirectamente, contra Dr. Mulai nunca jamás. Habían pasado tres años y medio ya…

Además de darse cuenta de la naturaleza extremadamente caótica de Amilcio y Tormentita, el grupo nota que la presencia de Mulai y Saimugo representaba un problema, lo cual suena extraño porque han constatado que hay varios clérigos poderosos en la ermita. Además, la elfa bocona, estando muy exaltada ante las noticias sobre su hermano, mencionó algo referente a drow elves y a una puerta… y en otro momento Amilcio dijo que esperaban una invasión.

Sin embargo, al ser cuestionado al respecto simplemente cambia de tema: el premio por liberar a los demás prisioneros de Mulai, un cetro (rod) por valor de hasta 20,000 gp, ¿cuál quieren? Además, hace finalmente caso a las repetidas peticiones de Sthlyfaugh y ordena que le quiten la maldición que le recetara la elfa caprichosa.

También informa al grupo que el semielfo Bahalir, uno de sus más cercanos, puede llevarlos a Gewitterdorf : el gran torneo en honor a Toribio empieza al día siguiente, y por lo pronto está cerrado el portal que conecta con el templo de Kabúm de esa ciudad. Explica que en el Plano de los Torneos hay muchos portales, más que en casi cualquier otro lugar (una excepción es el Plano Inestable), pero se abren y se cierran al azar, por periodos de duración aleatoria.

Llaman a Belarak, que se había retirado a descansar, y consideran qué cetro pedir. El grupo concluye que necesitarían una lesser quicken metamagic rod, pero ésa cuesta 35,000 gp. Entonces Amilcio propone que si liberan a los prisioneros de Saimugo y lo corren del pantano, él pondría lo que falta para el cetro que desean. Podrían hacerlo después del torneo.

Alexandir se planta y regaña al abad: por no dar información completa y detallada respecto a la situación con Dr. Mulai, el resultado fue desventajoso tanto para el grupo como para la ermita. Le exige que explique bien lo que sucede con Saimugo, los drows, la puerta y la invasión. Amilcio replica que Saimugo no tiene nada que ver con lo demás, y que con el dragón no hay trato ni juramento ninguno: es una alimaña que debe ser expulsada del pantano a toda costa, nada más.

El arquero arcano no cede, e insiste en que la información referente a los otros temas es parte del trato, o no hay trato. Explica que el saber los hará más efectivos y les dará más oportunidades de salir con bien, etc. El abad se resiste, a pesar de una persuasiva sonrisa del Sr. Dragón; Boram trata de cooperar, sin mucho éxito. Belarak y Sthlyfaugh, ya de regreso, han estado observando la escena…

Fin de la sesión, a las 18:00 de 49 Viento 13306.

5000 xp por cabeza

Comentario

1) Mulai con su laberinto estrecho y su mega bluff, además del desconcierto producido por Tormentita, consiguió un acuerdo ventajoso para su situación. La primera vez que empezó a huir tenía 2 hp de vida. Cuando lo atrapó Toño tenía 10 hp (aunque Toño rara vez llegaba a dañarlo).

Por otra parte, si es tan bueno en la oscuridad y tiene chorromil spell-like abilities, ¿por qué no un darkness, o deeper darkness? Se lo hubiera puesto, pero se me pasó, no me fijé. Y hablando de DM tonto manejando seres inteligentes, ¿cómo se me ocurre ponerlo en un islote del que no puede escapar, más que en un bote que tienen que impulsar sus esbirros? Bueno…

Parecía que me había quedado chica la misión cura-Boram, pero al final resultó al nivel, en el sentido de que, por una u otra razón, consiguieron apenas lo mínimo “requerido”.

2) Poco a poco se van dando cuenta de que robar en el Plano de los Torneos es más o menos equivalente a matar en los otros planos que conocen: es acción good hacerlo con los muy malditos, para evitar o entorpecer sus malas acciones. Es válido hacerlo en defensa propia: si te quiere matar, lo matas para que no te mate, ni entonces ni después; aquí, si te quiere robar, es válido robarle para quitarle poder y que le sea más difícil robarte después, o robar a otros. Así como los good-aligned tratan de evitar matar en la mayoría de las situaciones, aquí tratan de no robar en la mayoría de las circunstancias.

3) Se aceptan algunos items no core, lo vemos caso por caso, pero nunca si requieren spells no core o si emulan feats no core.

 

Primera sesión    Sesión previa    Siguiente sesión

Gigantas y cerebro (79-84)

Comentarios

error: Content is protected !!