Octava sesión

 

La sesión comienza justo después de haberse retirado los kobolds. Jorge comienza a comerse un cadáver de inmediato. Noctum y los enanos se preocupan por sacar a Divad y a Algrosh, que están al fondo del túnel. Hacen una cuerda con las armaduras y los jirones de la ropa de los kobolds caídos. Dilos les ayuda y logran extenderla hasta 20 metros. La lanzan al túnel pero no llega al fondo. Algrosh escala y la alcanza con relativa facilidad, pero Divad sufre ciertas tribulaciones. Finalmente ambos logran salir.

Para entonces, Anathiel y algunos enanos han seguido el ejemplo de Jorge. Los demás los imitan. Los kobolds saben como a pollo ligeramente dulce (crudo y sin condimentos, por supuesto). Sólo Icanor no come, pues considera que no es correcto alimentarse de seres inteligentes.

Deshacen la “cuerda” y crean cinco cinturones, para Algrosh, Anathiel, Dilos, Noctum y Erol (uno de los enanos). Hay diez pequeñas antorchas, claramente no hechas para durar, sino para producir una flama grande. Anathiel, Dilos y Noctum toman tres cada quién y las colocan en sus cinturones, junto con el pedernal para hacer fuego (cinco piezas en total, las traen guardadas en la tela de los cinturones); Erol carga la antorcha restante. También hay cinco hondas (Algrosh, Anathiel, Divad, Icanor, Noctum) y siete lanzas largas. Algrosh se lleva una pierna de kobold. Dejan las cinco armaduras.

Mientras tanto, Anathiel se concentra varios minutos en encontrar el mecanismo que abre la puerta oculta por donde se fueron los kobolds, y finalmente lo logra. Una vez equipados, abren y entran. Caminan por un pasillo que poco después desemboca en un pequeño espacio del que salen dos pasajes. Deciden ir por el que les queda del lado derecho. Caminan un poco y llegan a una puerta metálica (porticullis). Hay una palanca para abrirla.

Abren y entran a un cuarto Dilos, Algrosh, dos enanos… Al fondo del cuarto sigue el pasaje. De repente, miran cómo se aproximan una espada y una daga, flotando en el aire, con un ligero movimiento hacia arriba y hacia abajo… Observando con cuidado, se dan cuenta de que es un gran cubo gelatinoso transparente acercándose. Dilos y Algrosh atacan con sus lanzas, y el mango de la de Algrosh se deshace. Algrosh ataca con una mordida, milagrosamente sin sufrir daño por el ácido ni por la sustancia paralizante del cubo (es decir, al DM se le fue el avión, je). Dilos ataca nuevamente con su lanza, que ahora sí se desintegra. El cubo avanza y se traga a Algrosh y a un enano, que quedan paralizados en el acto. Los demás ayudan y terminan pronto con el cubo, ya bastante dañado, que al morir pierde su forma y consistencia, convirtiéndose en líquido viscoso que se evapora rápidamente, despidiendo un olor agrio.

Poco después se cierra la puerta, y también otra en la boca del otro pasaje. Afortunadamente, algunos no han entrado aún al cuarto y vuelven a bajar la palanca, que abre ambos porticullis. El primero hace mucho ruido cada vez que se mueve. Dilos toma la daga y decide dejar la espada larga para Algrosh. Estando todos en el cuarto, vuelven a cerrarse los porticullis.

Después de un tiempo, Algrosh y Kirmi, el enano, recuperan el movimiento de su cuerpo. Divad escudriña minuciosamente el cuarto y descubre que una zona del piso cede ligeramente. La analiza y encuentra un mecanismo que cierra las puertas, pero toma medio minuto para reactivarse. Lo desactiva sin dañarlo.

Como no hay manera de salir, Algrosh se enfurece y ataca la puerta con el barrote de la reja de la cárcel. La daña, pero no lo suficiente. Están cansados y deciden pernoctar. Anathiel cura a los más heridos. Extrañamente, Algrosh se recupera mucho más de lo normal durante la noche…

Al despertar, todos se sienten más fuertes y animados, salvo Icanor, que ha resistido la tentación de comer kobold. Se da cuenta de que no tiene otra opción, y consume una buena poción de la pierna que trae Algrosh, quien se come el resto. Algrosh se enfurece nuevamente y ataca la puerta, logrando abrir un boquete. A través de él, Divad logra bajar la palanca con una lanza. La puerta se abre rápidamente, pero Divad logra sacar la lanza, que se conserva intacta. Salen y regresan lo andado, hasta la encrucijada. Están a punto de entrar al otro pasillo cuando Anathiel descubre una puerta oculta…

Fin de la sesión.

200 XP por cabeza

 

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Laberinto de las lagartijas (5-11)

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