Sesión 130

 

La sesión comienza en cuanto acaban de encontrar el sombrero que, sin duda alguna, perteneciera a Icanor. Deciden entonces seguir el rastro de las estalagmitas animadas y emprenden la marcha.

Lentamente, entre todos, van dilucidando el camino correcto. Durante el trayecto, sienten un par de temblores pero sin consecuencias mayores que el deprendimiento de algunas piedrecillas. Finalmente llegan a una pequeña cámara de donde surgen cuatro pasillos estrechos, pero por más que intentan, no logran averiguar por dónde deben continuar. Deciden entonces enviar un sending a Jorgito. Tras consultarlo con el grupo, el enano manda el siguiente mensaje: “Jorgito, soy Miztli, estamos cerca. Prueba de que estoy con Alex, Icanor tiene una marca de estrella de los Bauer. Ven por sombrero de Icanor”, a lo que el lagartijo responde: “¿A dónde quieres que vayamos? ¿Quién es Alex? ¿Qué quieres con Icanor? Icanor está protegido por los dioses, no lo disturbes.”

La suspicacia del kóbold parece difícil de vencer. Además ya había quedado claro que, con toda razón, teme que estén relacionados con la ACA y los quieran regresar a ese hotel de cinco estrellas, donde viven cómodos pero sin llevar a cabo su misión. A partir de considerar el sending previo y los del día anterior, Miztli manda otro: “Alex es hermano de Icanor, queremos ayudarlos a cumplir la misión de Icanor, localicen el sombrero y vengan que estamos perdidos”, pero recibe la siguiente respuesta: “Sí, Chucha, ¿y tus calzonsotes? Estalagmita idiota, primero averigua y luego trata de engañar. Uri nos protege, así que desiste de tus intentos.”

No parece haber mucho avance con esa estrategia, así que optan por comer y después tratar de recuperar el rastro de las estalagmitas. Para lograr esto último, Alexandir conjura un par de hell hounds, lo que no hace muy feliz a Miztli, aunque entiende la necesidad de la herramienta. Los bichos huelen el sombrero pero parecen confundidos, y como no saben hablar, no pueden explicar la situación. Entonces el clérigo conjura dos hound archons, que tienen mejor olfato y hablan varios idiomas, además de contar con el utilísimo truespeech; tras husmear con cuidado, los recién llegados explican que el sombrero presenta dos olores: uno es de humano, fuerte pero viejo, y no se puede detectar en las cercanías; el otro es como de piedra pero orgánica, es muy leve y sigue por uno de los pasajes.

El grupo continúa por el túnel indicado, y Miztli se transforma en glotón para seguir el rastro con el olfato. Tras unos quince minutos, el adelantado Sthlyfaugh observa que el túnel abre a una cámara amplia, en cuya boca se encuentra una estalagmita como aquéllas con quienes combatieran. El bicho también lo ve y da la alarma, mientras el semielfo hace lo propio. Los aventureros avanzan y hacen trizas a una multitud de piedrosos, casi todos conjurados, como se hace evidente cuando desaparecen. Las estalagmitas reales aprovechan la coyuntura para escapar. Sin embargo, el precavido clérigo de Vilangaya y paladín de Uri había casteado un sound burst, que impidió que tres bichos conjuraran y dejó turulato a uno de ellos. Como resultado, ése último empezó a huir cuando ya no había quien lo cubriera, lo que aunado al haste que casteara Alexandir en un principio y a los temibles ataques debilitadores de Sinstralis, lo conduce a ser apresado.

Tras recuperar un poco de fuerza con un lesser restoration que aplicara Sthlyfaugh utilizando su varita, el monstruo es rápidamente convencido de que no lo dañarán si responde sus preguntas. Informa que Icanor se les escapó. También que el beholder a veces se aparece, pero prefiere permanecer cerca de “sus guaridas”. Dice que Icanor y el kóbold huyeron hacia el “túnel de la muerte”, llamado así porque es frecuentado por unos troles enormes y porque es una zona con fuertes movimientos telúricos. Cuenta que los troles son gigantescos y muy fuertes, y que sólo les interesa comer y destruir. Se niega a llevarlos al “túnel de la muerte”: prefiere que lo maten ellos a que se lo coman los troles, pero les indica cómo llegar. Si bien parece responder verazmente, no se le nota deseoso de compartir mucha información. Propone un juramento de no agresión pero el grupo lo rechaza. Terminado el interrogatorio, dice estar muy, muy cansado y, después de convertirse en estalagmita otra vez, permanece inmóvil. En las paredes de la cámara hay huecos horizontales estrechos, un tanto sinuosos, así que no se puede ver el fondo. El grupo los nota pero no investiga.

Continúan entonces tratando de seguir las indicaciones de la estalagmita, de acuerdo con las cuales tras dos horas de camino llegarán a una cámara pequeña, donde empieza la zona peligrosa. Avanzan una hora y media, se detienen y montan el rope trick para pasar la noche.

Fin de la sesión, a las 17:00 de 9 Horno 13306.

2600 xp por cabeza
Total: 248,882

 

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